lunes, 21 de noviembre de 2011

Donner y su mazo

Donner es la versión germana del escandinavo Thor, últimamente llevado al cine sub modo jaimitada. Esta deidad es la encargada del gobierno sobre las nieblas y nubes, así como producir rayos y truenos con su gran mazo. Sus apariciones en Das Rheingold son siempre haciendo un alarde de fortaleza, ya encarándose con los gigantes en defensa de Freia, ya en el brillante Heda-hedo con el que casi concluye La tarde anterior de El Anillo. La razón del Heda-hedo es acabar con el bochorno que invade la escena después de cambiar a Freia por el oro robado a Alberich y asistir al fratricidio cometido por Fafner, uno de los gigantes. Al quejarse los otros dioses de ese calor y humedad Donner se lanza a acabar con esa situación desagradable a través del manejo maestro de su mazo. Tras entonar el Hedá-hedo donde afirma su autoridad sobre sus huestes, que son las nubes tormentosas y las nieblas, propina un fuerte martillazo con el que un trueno resonante invade la escena para dar lugar al arco iris de acceso al Walhalla.

La acción de Donner se convierte en un bálsamo para aliviar la aparente necesidad de la raza de los inmortales dioses y es necesario que reparta ese bálsamo de rayos y truenos en más lugares. El bálsamo sanador de necesidades variadas provocadas por el bochorno y hediondez de la mediocridad de la sociedad actual en sus diversos estratos hay gran urgencia de aspergerlo para hacer este aire algo más respirable. La mediocridad en todos los ámbitos es tal que el norte de los individuos anda perdido hasta la total confusión entre la virtud y el vicio. ¿Existe la posibilidad de encontrar un Donner que dé un buen mazazo?

La posibilidad existe pero es necesario que el Donner tenga unas características para que el mazazo pueda tener el efecto deseado. La fundamental característica ha de ser la desconfianza del mundo actual y su sistema mediocre, esta desconfianza se ayuda con la visión del orden y equilibrio de otros pensamientos y tiempos, los cuales darán la base para hacer el golpe del heda-hedo que atraerá esa limpieza de la atmósfera a través de una tormenta de pensamiento realista contra las calimas del pensamiento débil. Es de suponer que garn número de esos medocres no querrán ser curados de su ceguera y habrá que dejarlos en su error pero aquellos que deseen ser sanados podrán volver a respirar del aire fresco de un pensamiento realista.

Entre todos los estratos sociales donde más falta hace esta tormenta de realismo es en una institución que desde hace más de cuarenta años lo ha abandonado para entregarse al pensamiento débil y a la mediocridad. La Iglesia abandonó ese realismo para perderse entre multitud de corrientes mediocres de pensamiento y llenarse del vapor bochornoso de la inconsistencia doctrinal y del error. Esta inconsistencia es tal que podemos observar bajo la misma bandera la herejía y la verdad en una convivencia aparentemente pacífica, pero la herejía lleva la daga envenenada para atacar a la verdad. De ahí que la necesidad de un Donner dentro de la Iglesia sea muy necesario, es la necesidad que afecta a la inmortal esposa de Cristo, y el mazo que ha de usar ese Donner es la doctrina de Santo Tomás de Aquino, poderosa arma para la destrucción de esas nubes de calima del pensamiento modernista que ahoga a la Iglesia. Pidamos un Donner aunque ya lo tenemos. El Romano Pontífice es el Donner que ha de martillear. Existe el problema y posibilidad de utilizar el mazo equivocado, si no usa el mazo del Aquinate sus golpes estarán ahí pero no serán lo suficientemente eficaces. Rezemos para que el Heda-hedo sea entonado y de ese modo se disipen las tinieblas y aparezca ese arco iris que nos conduzca a la eternidad.

martes, 15 de noviembre de 2011

Gutrune en la Ciudad Eterna

Gutrune es la hermana de Gunther, rey de Gibich y a su vez hermanastra de Hagen, el hijo de Alberich el nibelungo. Antes de la aparición de Siegfried en la barca por el Rin, Hagen y Gunther ya se lo dan a Gutrune en matrimonio. Para que Siegfried se enamore de ella, Gutrune le da a beber un filtro amoroso que produce un rápido efecto, Siegfried olvida a Brünhilde y se enamora locamente de la embaucadora gibichunga.
 
Sabemos por Ralph Wiltgen que El Rin desemboca en el Tíber y esta conmixción de aguas produjo el advenimiento de la embaucadora gibichunga a las riveras de la Ciudad Eterna. El advenimiento de Gutrune y sus artes mágicas en filtros ocurrió en los años sesenta y amarró la barca en las bases del puente junto al castillo de Sant'angelo. Una vez que tomó tierra aplicó sus filtros mágicos sobre un concilio que se estaba celebrando y de ahí que se observen unos enamoramientos extrañísimos de la Esposa de Cristo.
 
Gutrune, Gunther y Hagen representan a mundo, carne y demonio; y el filtro de Gutrune produce el más extraño enamoramiento, la Iglesia siempre amiga del contemptus mundi se enamora del mundo de tal manera que parece abandonar a Cristo para entregarse a Satanás. Los cambios de mentalidad que se producen en el seno de la Iglesia Romana son inauditos, conllevan un cambio radical en la docrtina católica, descafeinando la dogmática en favor de un culto hacia el hombre, el humanismo, el error... Gutrune hizo un excelente trabajo con su filtro, el amor de la Iglesia estaba en Cristo y ahora pasó a las cosas terrenas en ella representadas.
 
Si volvemos a la historia de Siegfried, ¿cuándo despierta de la ensoñación del filtro? Tras contar su vida, recuerda a Brünhilde, es ensartado en la lanza por Hagen y en la agonía canta su amor a Brünhilde. Si deseamos que la Iglesia despierte del hechizo del filtro de Gutrune es necesario que vuelva a las cristalinas aguas de su tradición teológica hasta los aciagos días del encantamiento gibichungo. En el caso que nos ocupa la punta de la lanza de Hagen ya está clavada en la espalda, pero todavía no ha despertado del todo. Hay voces que piden revisión de ruta pero el filtro sigue teniendo adormilada a la mayoría. La herida de la lanza de Hagen parece mortífera, está haciendo un gran daño pero cuando la Iglesia vuelva a cantar su amor a Cristo, su verdadero esposo esa herida se cerrará.
 
Los que están bajo el efecto del filtro ven de sobras la herida pero buscan soluciones que suponen una ponzoña mayor, soluciones que dejan de lado la gracia, soluciones que producen una mayor traición a Cristo y un mayor enamoramiento del siglo, que secularizan más a la Iglesia, que cierran los conductos que pueden traerle el remedio, que suprimen el culto a Dios para entronizar la desolación del culto pagano al hombre y al mundo, que destronana Cristo para sentar en su lugar a Satanás. La solución, el único remedio está en restaurar el orden perdido y parafraseando a Gurnemanz en Parsifal podemos afirmar que no hay remedio que sane donde sólo puede sanar la salvación, es decir, la única manera de cerrar esa herida y despertar del filtro es volviendo a la tradición de la Iglesia y restaurando el culto verdadero a la Santa e Individua Trinidad, a través de destruir el sacrílego ídolo del humanismo que ha entronizado al hombre para destronar a Dios.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Hasta las Nornas se dan cuenta

Las Nornas son unos personajes de la mitología nórdico- germana que tejen el destino de las gentes a la sombra del fresno del mundo. Son tres y cada una tiene una función: Urd nos habla de lo que fue, Verdandi nos habla de lo que es y Skuld nos habla de lo que debería ser. Estas tres Nornas al comienzo del Götterdämmerung nos auguran el final de la raza de los dioses por las locuras de Wotan. Si estas tres nornas nos hablasen del catolicismo...¿qué nos dirían?

Comenzaría la narración Urd, que nos contaría las glorias de la Iglesia: los mártires, los padres, los concilios de la antigüedad, el desarrollo de la dogmática, la gloria de las misiones, la caridad de las instituciones, la solución de los problemas internos a través del brillante magisterio de los Papas, los grandes Doctores medievales, la lucha contra los errores de todos los tiempos, y lo más importante, el culto perfectísimo tributado a Dios nuestro Señor. Una vez que Urd hubiese acabado su canto vendría Verdandi a describirnos el día de hoy.

Verdandi comenzaría por hablarnos de una situación de descontrol doctrinal, litúrgico y moral que adviene a raiz del Vaticano II. Esta situación de descontrol nos lleva a la descomposición de lo que el catolicismo es en sí, relegándolo a unos flatus vocis de humanismo vago y pensamiento débil que no convence a nadie excepto a niñatos tontainas. Esto es un terremoto dentro de la misma Iglesia que produce el descontento de los fieles que se ven ridículos tras perder la gloria de tiempos no tan lejanos. Cualquier intento de arreglo se ve boicoteado por las hordas nibelungas del progresismo y la herejía. El canto de Verdandi se acabaría hablándonos de la tensión en el hilo que está tejiendo.

Por ultimo vendría el canto de Skuld, nos hablará de lo que debería ser. Lo que tendría que ser es que el catolicismo romano volviese a hundir sus raices en la más pura Tradición de la Iglesia. Pero al ver que las hordas nibelungas atacan sin piedad a la raiz del gran árbol sólo queda una posibilidad, que se declare a los herejes, que sean expulsados y castigados por fomentar el error entre los fieles cristianos, por llevar a la perdición eterna a muchas almas y por ningunear la Preciosísima Sangre de nuestro Redentor. Si no las cosas irán mucho a peor, el descontrol irá a más, el culto será más burdo y carente de contenido hasta que el hilo que Skuld teje se rompa. Es necesario que advenga el ocaso de los mediocres, de los herejes, de los trepas y pelotas, de los simoniacos y si es necesario, que Brünhilde pida el fuego para que esa ralea sea pasto de las llamas. Asi resurgirá la Iglesia católica sin mancha, ni arruga, ni nada semejante.

Las Nornas hasta se dan cuenta de los problemas del catolicismo actual. Esperemos que los pastores de la Iglesia escuchen este canto de las Nornas en sus sueños y despierten con ganas de reformar las cosas, hacer desaparecer el error, o por lo menos perseguirlo, restaurar el orden y volver a dar el culto debido a Dios nuestro Señor. De este modo el hilo no se romperá y estas Nornas podrán seguir cantando las glorias de nuestra Iglesia.