miércoles, 11 de enero de 2012

Nuevas locuras del autor de este blog

Tras tanto tiempo de vagancia a la hora de actualizar este blog, hoy, tras este receso navideño, me decido a volver a escribir unas líneas. Con los excesos de azúcar de estos pasados días he tenido una inspiración para nuevas locuras y formas de expresión, entre las que se encuentra hacer ripios según la métrica del arte mayor. La causa del afloramiento de estas locuras es el desánimo y el vacío existencial que provocan en mi alma el ambiente decadente de estos pasados días donde lo mejor que uno puede ver es la Misa del gallo desde Roma, la Urbi et orbi y el Concierto de año nuevo desde Viena.  Si las Nornas me siguen inspirando continuaré con las locuras en verso. La primera locura en verso está inspirada sobre El oro del Rin: La llegada de los dioses y el rapto de Freia junto con el descenso al Nibelheim. La locura va bajo la forma de soneto, que Shakespeare, Lope y otros grandes poetas me perdonen:

En el claro de un gran bosque germano,                   A través de una grieta sulfurosa
la familia de místicas deidades,                                 hacia el Nibelheim veloces descienden
contemplan el hogar que por edades,                        Loge y Wotan firmemente pretenden
construyeron gigantes mano a mano.                        conseguir  rescate para la diosa.

Las hijas del Rin guardaron en vano,                        En llegando a esa gruta espaciosa,
el tesoro de las profundidades,                                  ven el poder de Alberich y entienden
que tras los juegos y las veleidades,                          la dificultad de lo que pretenden,
fue robado por un calloso enano.                              pero usarán una treta curiosa.

Fafner y Fasolt piden lo acordado,                           Que les muestre su poder es pedido
para Freia supone gran tormento                             y Alberich con gran soberbia lo acata,
ser prenda de un negocio mal pactado.                     transformándose en un dragón temido.

Buscan la ayuda de un Loge contento                       Tras reirle su temible bravata
para coger el oro al Rin robado,                                un proyecto vencedor es urdido,
bajando al Nibelheim sin miramiento.                       y el rey Alberich la derrota cata.

Estos sonetos un tanto ripiosos muestran el comienzo de la trama del Anillo. Trama compleja y épica en la que interactúan deidades y hombres hasta el Ocaso de los dioses. Este crepúsculo divino lo exige el argumento y además es necesario para el advenimiento del héroe realmente libre, más libre que yo, el dios, como canta Wotan en el tercer acto de la Walkyria. Estas deidades maniatadas muestran las pasiones que nos atenazan a los mortales y contra las cuales luchamos para desembarazarnos de ellas. Estas son las pasiones que nublan la mente de los pastores de la Iglesia que producen que los católicos estemos abocados al crepúsculo, a la extinción. Esas ataduras de lo políticamente correcto y del vaciamiento teológico convierten a la fe católica en algo ripioso (como los sonetos más arriba expuestos) y ñoño que no puede convencer intelectualmente a nadie, y lo que es peor, impide la posibilidad salvífica de los hombres. Estos pastores maniatados llevan sobre sus hombros la condenación de muchas almas, incluída la mía... Esperemos que advenga una Brünhilde que nos traiga el crepúsculo de los dioses y así esta farsa de religión desaparezca y resurja el inmortal y verdadero Catolicismo Romano.

jueves, 15 de diciembre de 2011

La Walkyria del Metropolitan

En el montaje de El Anillo que el Metropolitan de Nueva York está realizando, hemos asistido a una representación de La Walkyria bastante buena. La escenogarfía es muy lograda a pesar de ciertas críticas a la Cabalgata en el comienzo del tercer acto.

Si hacemos una comparación entre este montaje y algunos de Bayreuth, gana éste por goleada. Si el montaje de Bayreuth resulta extraño o "postmoderno" el del Met es más clásico e inteligible. Teniendo en cuenta que una Walkyria es una doncella ataviada para la guerra, lo que no es de recibo es la versión Bayreuth con unas Walkyrias con cascos y escudos de metacrilato, y  una bata de cuero negro a lo matrix. Es una alegría ver estas Walkyrias con su peto, sus mallazo y su casco alado (que desde la II Guerra Mundial casi había desaparecido).

Ante las críticas que algunos han vertido sobre la representación de la Cabalgata con aquellos toboganes, he de decir que no me parece de lo más estridente que he visto ya que esos toboganes con riendas representaban los caballos alados y el descenso por los toboganes supone el aterrizaje.  Hasta la representación de Wotan es muy lograda con su parche bien colocado el ojo no como en otras ocasiones que hemos visto hasta gafas de sol sin un cristal...

Las representaciones clásicas de las óperas de Wagner son de agradecer para la mejor comprensión de las mismas por parte de gran público y además la estética es más grata para las ojos del  aficcionado sincero a las obras del gran maestro. Con la estética adecuada y el comnocimiento de dos o tres leitmotivaciones cualquiera puede disfrutar con la ópera, en cambio si la estética es extraña, un aficcionado que no tenga muy claro el argumento no se enterará de nada. 

Reclamo una vuelta a las representaciones clásicas, con las posibilidades escénicas que esto puede tener, para una mejor y mayor difusión de la obra del maestro.

Si hacemos un paralelismo eclesiástico esta representación podría ser tildada de "preconciliar", pero la realidad es que la versión tradicional ya sea de Wagner, ya sea de la liturgia romana es mucho más clara y efectiva que las extramonías modernistas que arrastran a la confusión. 

lunes, 21 de noviembre de 2011

Donner y su mazo

Donner es la versión germana del escandinavo Thor, últimamente llevado al cine sub modo jaimitada. Esta deidad es la encargada del gobierno sobre las nieblas y nubes, así como producir rayos y truenos con su gran mazo. Sus apariciones en Das Rheingold son siempre haciendo un alarde de fortaleza, ya encarándose con los gigantes en defensa de Freia, ya en el brillante Heda-hedo con el que casi concluye La tarde anterior de El Anillo. La razón del Heda-hedo es acabar con el bochorno que invade la escena después de cambiar a Freia por el oro robado a Alberich y asistir al fratricidio cometido por Fafner, uno de los gigantes. Al quejarse los otros dioses de ese calor y humedad Donner se lanza a acabar con esa situación desagradable a través del manejo maestro de su mazo. Tras entonar el Hedá-hedo donde afirma su autoridad sobre sus huestes, que son las nubes tormentosas y las nieblas, propina un fuerte martillazo con el que un trueno resonante invade la escena para dar lugar al arco iris de acceso al Walhalla.

La acción de Donner se convierte en un bálsamo para aliviar la aparente necesidad de la raza de los inmortales dioses y es necesario que reparta ese bálsamo de rayos y truenos en más lugares. El bálsamo sanador de necesidades variadas provocadas por el bochorno y hediondez de la mediocridad de la sociedad actual en sus diversos estratos hay gran urgencia de aspergerlo para hacer este aire algo más respirable. La mediocridad en todos los ámbitos es tal que el norte de los individuos anda perdido hasta la total confusión entre la virtud y el vicio. ¿Existe la posibilidad de encontrar un Donner que dé un buen mazazo?

La posibilidad existe pero es necesario que el Donner tenga unas características para que el mazazo pueda tener el efecto deseado. La fundamental característica ha de ser la desconfianza del mundo actual y su sistema mediocre, esta desconfianza se ayuda con la visión del orden y equilibrio de otros pensamientos y tiempos, los cuales darán la base para hacer el golpe del heda-hedo que atraerá esa limpieza de la atmósfera a través de una tormenta de pensamiento realista contra las calimas del pensamiento débil. Es de suponer que garn número de esos medocres no querrán ser curados de su ceguera y habrá que dejarlos en su error pero aquellos que deseen ser sanados podrán volver a respirar del aire fresco de un pensamiento realista.

Entre todos los estratos sociales donde más falta hace esta tormenta de realismo es en una institución que desde hace más de cuarenta años lo ha abandonado para entregarse al pensamiento débil y a la mediocridad. La Iglesia abandonó ese realismo para perderse entre multitud de corrientes mediocres de pensamiento y llenarse del vapor bochornoso de la inconsistencia doctrinal y del error. Esta inconsistencia es tal que podemos observar bajo la misma bandera la herejía y la verdad en una convivencia aparentemente pacífica, pero la herejía lleva la daga envenenada para atacar a la verdad. De ahí que la necesidad de un Donner dentro de la Iglesia sea muy necesario, es la necesidad que afecta a la inmortal esposa de Cristo, y el mazo que ha de usar ese Donner es la doctrina de Santo Tomás de Aquino, poderosa arma para la destrucción de esas nubes de calima del pensamiento modernista que ahoga a la Iglesia. Pidamos un Donner aunque ya lo tenemos. El Romano Pontífice es el Donner que ha de martillear. Existe el problema y posibilidad de utilizar el mazo equivocado, si no usa el mazo del Aquinate sus golpes estarán ahí pero no serán lo suficientemente eficaces. Rezemos para que el Heda-hedo sea entonado y de ese modo se disipen las tinieblas y aparezca ese arco iris que nos conduzca a la eternidad.

martes, 15 de noviembre de 2011

Gutrune en la Ciudad Eterna

Gutrune es la hermana de Gunther, rey de Gibich y a su vez hermanastra de Hagen, el hijo de Alberich el nibelungo. Antes de la aparición de Siegfried en la barca por el Rin, Hagen y Gunther ya se lo dan a Gutrune en matrimonio. Para que Siegfried se enamore de ella, Gutrune le da a beber un filtro amoroso que produce un rápido efecto, Siegfried olvida a Brünhilde y se enamora locamente de la embaucadora gibichunga.
 
Sabemos por Ralph Wiltgen que El Rin desemboca en el Tíber y esta conmixción de aguas produjo el advenimiento de la embaucadora gibichunga a las riveras de la Ciudad Eterna. El advenimiento de Gutrune y sus artes mágicas en filtros ocurrió en los años sesenta y amarró la barca en las bases del puente junto al castillo de Sant'angelo. Una vez que tomó tierra aplicó sus filtros mágicos sobre un concilio que se estaba celebrando y de ahí que se observen unos enamoramientos extrañísimos de la Esposa de Cristo.
 
Gutrune, Gunther y Hagen representan a mundo, carne y demonio; y el filtro de Gutrune produce el más extraño enamoramiento, la Iglesia siempre amiga del contemptus mundi se enamora del mundo de tal manera que parece abandonar a Cristo para entregarse a Satanás. Los cambios de mentalidad que se producen en el seno de la Iglesia Romana son inauditos, conllevan un cambio radical en la docrtina católica, descafeinando la dogmática en favor de un culto hacia el hombre, el humanismo, el error... Gutrune hizo un excelente trabajo con su filtro, el amor de la Iglesia estaba en Cristo y ahora pasó a las cosas terrenas en ella representadas.
 
Si volvemos a la historia de Siegfried, ¿cuándo despierta de la ensoñación del filtro? Tras contar su vida, recuerda a Brünhilde, es ensartado en la lanza por Hagen y en la agonía canta su amor a Brünhilde. Si deseamos que la Iglesia despierte del hechizo del filtro de Gutrune es necesario que vuelva a las cristalinas aguas de su tradición teológica hasta los aciagos días del encantamiento gibichungo. En el caso que nos ocupa la punta de la lanza de Hagen ya está clavada en la espalda, pero todavía no ha despertado del todo. Hay voces que piden revisión de ruta pero el filtro sigue teniendo adormilada a la mayoría. La herida de la lanza de Hagen parece mortífera, está haciendo un gran daño pero cuando la Iglesia vuelva a cantar su amor a Cristo, su verdadero esposo esa herida se cerrará.
 
Los que están bajo el efecto del filtro ven de sobras la herida pero buscan soluciones que suponen una ponzoña mayor, soluciones que dejan de lado la gracia, soluciones que producen una mayor traición a Cristo y un mayor enamoramiento del siglo, que secularizan más a la Iglesia, que cierran los conductos que pueden traerle el remedio, que suprimen el culto a Dios para entronizar la desolación del culto pagano al hombre y al mundo, que destronana Cristo para sentar en su lugar a Satanás. La solución, el único remedio está en restaurar el orden perdido y parafraseando a Gurnemanz en Parsifal podemos afirmar que no hay remedio que sane donde sólo puede sanar la salvación, es decir, la única manera de cerrar esa herida y despertar del filtro es volviendo a la tradición de la Iglesia y restaurando el culto verdadero a la Santa e Individua Trinidad, a través de destruir el sacrílego ídolo del humanismo que ha entronizado al hombre para destronar a Dios.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Hasta las Nornas se dan cuenta

Las Nornas son unos personajes de la mitología nórdico- germana que tejen el destino de las gentes a la sombra del fresno del mundo. Son tres y cada una tiene una función: Urd nos habla de lo que fue, Verdandi nos habla de lo que es y Skuld nos habla de lo que debería ser. Estas tres Nornas al comienzo del Götterdämmerung nos auguran el final de la raza de los dioses por las locuras de Wotan. Si estas tres nornas nos hablasen del catolicismo...¿qué nos dirían?

Comenzaría la narración Urd, que nos contaría las glorias de la Iglesia: los mártires, los padres, los concilios de la antigüedad, el desarrollo de la dogmática, la gloria de las misiones, la caridad de las instituciones, la solución de los problemas internos a través del brillante magisterio de los Papas, los grandes Doctores medievales, la lucha contra los errores de todos los tiempos, y lo más importante, el culto perfectísimo tributado a Dios nuestro Señor. Una vez que Urd hubiese acabado su canto vendría Verdandi a describirnos el día de hoy.

Verdandi comenzaría por hablarnos de una situación de descontrol doctrinal, litúrgico y moral que adviene a raiz del Vaticano II. Esta situación de descontrol nos lleva a la descomposición de lo que el catolicismo es en sí, relegándolo a unos flatus vocis de humanismo vago y pensamiento débil que no convence a nadie excepto a niñatos tontainas. Esto es un terremoto dentro de la misma Iglesia que produce el descontento de los fieles que se ven ridículos tras perder la gloria de tiempos no tan lejanos. Cualquier intento de arreglo se ve boicoteado por las hordas nibelungas del progresismo y la herejía. El canto de Verdandi se acabaría hablándonos de la tensión en el hilo que está tejiendo.

Por ultimo vendría el canto de Skuld, nos hablará de lo que debería ser. Lo que tendría que ser es que el catolicismo romano volviese a hundir sus raices en la más pura Tradición de la Iglesia. Pero al ver que las hordas nibelungas atacan sin piedad a la raiz del gran árbol sólo queda una posibilidad, que se declare a los herejes, que sean expulsados y castigados por fomentar el error entre los fieles cristianos, por llevar a la perdición eterna a muchas almas y por ningunear la Preciosísima Sangre de nuestro Redentor. Si no las cosas irán mucho a peor, el descontrol irá a más, el culto será más burdo y carente de contenido hasta que el hilo que Skuld teje se rompa. Es necesario que advenga el ocaso de los mediocres, de los herejes, de los trepas y pelotas, de los simoniacos y si es necesario, que Brünhilde pida el fuego para que esa ralea sea pasto de las llamas. Asi resurgirá la Iglesia católica sin mancha, ni arruga, ni nada semejante.

Las Nornas hasta se dan cuenta de los problemas del catolicismo actual. Esperemos que los pastores de la Iglesia escuchen este canto de las Nornas en sus sueños y despierten con ganas de reformar las cosas, hacer desaparecer el error, o por lo menos perseguirlo, restaurar el orden y volver a dar el culto debido a Dios nuestro Señor. De este modo el hilo no se romperá y estas Nornas podrán seguir cantando las glorias de nuestra Iglesia.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Ratibrón para Bayreuth


En los periódicos de hace año y medio hablaban de una invasión de ratones en la escena de Bayreuth. Estos ratones representaban a los nobles de Brabante, los varones en blanco y las hembras en rosa. Los escenógrafos quedaron con la cabeza aliviada con semejante majadería.

El público de Bayreuth normalmente ante estas felonías a los argumentos de las óperas responde con un rotundo abucheo, cosa que ya ocurrió el año pasado con Lohengrin o este año con la pesadilla conceptual de la escenografía del Tanhäuser. El abucheo se oía de tal manera en la radio que retumbaba el teatro con los bufidos de los espectadores indignados. Al salir a escena el direcor de orquesta, el coro o los solistas, Bayreuth se derrumbaba con los aplausos, pero al salir el escenógrafo se prorrumpía en abucheos y befas.

Las hermanas Wagner, que para otras cosas gestionan bien el festival con actividades para que los niños vayan conociendo y aficcionándose a las óperas del maestro, en la cuestión escénica están provocando un general malestar entre los wagnerianos. Estas hermanas parecen influidas por las últimas tendencias del arte al poner en escena las óperas, es una cosa abyecta, que producen repulsión en general. Las ratoneras o las plantas químicas no son buenos escenarios para los dramas musicales wagnerianos. El próximo año en el festival será mejor poner un Ratibrón en algunos rincones de Bayreuth para exterminar esta plaga roedora que infecta la escena.

No sería mucho más agradable una representación clásica, con el juego y variaciones que puede dar a la escena: unos nobles caballeros ataviados adecuadamente, un emperador Enrique sin corona de cartulina, un Lohengrín con brillante armadura y una Elsa de belleza e inocencia sin par. La ambientación del siglo X se lograría con unas formas románicas o carolingias. Reclamemos una escenografía digna, podemos convenir en algunos cambios estéticos pero que no supongan la alteración total del contenido argumental. No hace falta devanarse mucho los sesos, se pueden mirar fotos de representaciones de otrora, cuando el buen gusto y la calidad imperaban en Bayreuth. Hablé del Lohengrin y el Tanhäuser ya que si me metiese con algunas representaciones del Anillo o el Parsifal de los últimos años podría estar echando sapos y culebras todo el día contra las hermanas Wagner y sus pesadillas conceptuales.

martes, 18 de octubre de 2011

Redención para el Redentor

En esta imagen vemos la escena del coro final del drama sacro Parsifal, del maestro Wagner. Mientras el Grial resplandece con nuevo esplendor ante los caballeros, Kundry muere redimida y el coro exclama "redención para el Redentor". Esta exclamación coral es interpretada en muchos foros wagnerianos desde una perspectiva del gnosticismo, pero aquí haremos una interpreación de carácter litúrgico-crítico que me parece se ajusta más al argumento de la ópera. Hay que entender el término redención en esta frase en el sentido siguiente, que las sagradas reliquias, el Grial y la lanza de Longinos, fueron liberadas o redimidas de las manos indignas que las mancillaban. Redención sin sentido soteriológico es la mejor interpretación de este pasaje. Las reliquias estaban mancilladas por las manos de Kilngsor, hechicero que había robado la lanza sagrada, y por las manos de Amfortas, indigno custodio del Grial.

En el tercer acto, antes del encanto del Viernes Santo, Gurnemanz empieza a relatar que se ven privados del resplandor del Grial porque Amfortas no quiere oficiar con él. Los caballeros del Grial de la contemplación del mismo sacaban el alimento espiritual y la fortaleza para poder luchar, al no poder verlo se ven reducidos a la decadencia y no poder participar en luchas o embajadas variadas. La decandencia llega al punto que Gurnemanz  puede decir que se alimentan de vulgar pitanza. Esta queja amarga del viejo caballero del Grial, nos puede servir de trampolín para la trasposición crítica de hoy. La ausencia de la liturgia del Grial hunde en la decadencia a los caballeros del reino de la fe pura, así como la ausencia de la liturgia católica en la Iglesia la hunde en la decadencia y en la autodestrucción.

Desde hace más de cuarenta años la Iglesia ha desterrado las formas tradicionales de la liturgia romana y ha introducido por las manos de un mal custodio una Misa donde la adoración, el sentido sacrificial, la trascendencia y la bellleza han desaparecido, con la consecuente desorientación de gran parte del clero que no sabe lo que hace cuando sube al altar, ni renueva el sacrificio ni se da cuenta de su función como mediador. Tras esta situación el pueblo cristiano, como los caballeros del Grial, se ve privado del alimento espiritual que lo fortalece, la gracia divina, ya que no son abiertas las puertas celestiales para que baje desde el trono de Dios hasta las almas de los fieles. Después asistimos a las quejas de tantos pastores de la Iglesia que no saben el por qué de la situación, se quejan y no ven que la causa de toda esta devastación está en la crisis litúrgica y teológica. Todo esto produce una decadencia y una situación mortecina en el seno de la Iglesia. Necesitamos una acción a lo Parsifal, redimamos al Redentor de esas manos que lo tienen mancillado, rescatemos la liturgia de la Iglesia de las manos de esos custodios impíos a lo Amfortas o de oscurantistas hechiceros a lo Klingsor, volvamos a las cristalinas fuentes de la liturgia tradicional de la Iglesia y de ese modo volverá el vigor del pueblo cristiano, se restaurará el flujo pleno de la gracia, los encargados de oficiar con el Grial volverán a tener clara su misión, se acordarán de renovar el sacrificio redentor y de su papel como mediadores entre Dios y los hombres; y podremos exclamar extasiados ante el resplandor de la Sangre divina en la consagraciónm de la Misa: redención para el Redentor, liberado de las formas mediocres, liberado del culto immanente y nihilista, liberado de la ñoñez e infantilismos varios y resplandeciendo en la obra de arte total que es la liturgia católica tradicional.